En Cerdanyola (Barcelona) a pocos meses de terminar la carrera (plena época de exámenes) , 3:00 a.m y sigo sin poder dormir, con una taza humeante llena de agua y en ella una bolsita de poleo menta que compré con un billete de 5 Euros que encontré hace unas semanas en la calle.Recuerdo como empezó todo.. aquel día, tú en un banco del pasillo de la facultad. Aún se podía fumar ¿Recuerdas? ¡Ha llovido muchísimo desde entonces!
Cafés(les), apuntes, nuestras escapadas a la playa, la quedada de cada Navidad, los correos electrónicos y sms, nuestras peripecias en prácticas, esas charlas enfrente del horno mientras se hace la comida, los madrugones, las risas en bares, cantos en las calles de Barcelona, fotografías de todos los colores (académicas inclusive)...
Se pasa el tiempo... y las personas cambian (aunque haya quien no lo crea así) lo hacen para bien y para mal. Pasa el tiempo... y hoy he de darte las gracias, por reir y llorar conmigo.
Por abrirme los ojos cuando los he tenido cerrados y enjuagar mis lágrimas en los momentos más crudos, junto a mi madre una de las pocas personas a las que puedo contar todo, aunque a veces no me resulte fácil.
No se porqué, tengo la sensación de que una etapa se cerrará en breve en mi vida...
Entre mi aprendizaje la idea de que la vida es un viaje, el trayecto que recorremos és impredicible aunque hay algo que siempre se cumple. Todo empieza en el justo instante en que se forma el zigoto y todo termina con un cese irreversible de las funciones vitales. El mismo Calcio que se depositó grácias a la Vitamina D en los huesos (Esto parece un anuncio de Pêtit Suisse) acaba metiéndose en las células, como si fuesemos una lavadora con cal... Me resulta divertida la idea :D
Y bueno... solo decir que entre origen y destino es un placer poder contar con gente como tú.
Si la vida nos separa físicamente después de todo, siempre queda el internet y un punto intermedio donde cada x tiempo poder encontrarnos, y recordar incluso con canas aquellos días pasados y los que están por venir.
Como decía aquel locutor de deportes... Porque la vida puede ser maravillosa
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